jueves, 26 de marzo de 2009

LA DROGADICCION


El consumo de drogas constituye un problema social de gran importancia, que aumenta con el paso de los días, causando estragos en la vida de niños, jóvenes y adultos. El uso de las drogas provoca en la mayoría de los casos, que el organismo se adapte a la presencia de estas sustancias y adicción, es decir, la necesidad compulsiva del consumo de drogas, ya que este se acostumbra a la presencia de la droga y la necesita para funcionar con normalidad. Estas provocan cambios físicos, mentales y emocionales en las personas.
Las drogas pueden ser estimulantes (bazuco, cafeína y las anfetaminas), depresoras (los tranquilizantes y los inhalables), alucinógenas (LSD, el yahé, el peyote y los hongos) y las mixtas (el éxtasis y la marihuana); que se pueden fumar, aspirar, inhalar, inyectar o tomarse por vía oral, sus efectos son múltiples y complejos.la drogadicción origina graves conflictos familiares, de pareja, escolares, laborales e incluso problemas legales que deterioran el entorno social de la persona.
La adicción a las drogas es un proceso y como tal cuenta con varias etapas:
Normalmente las personas prueban una droga para experimentar, el siguiente paso es el uso social de una droga donde la persona se permite “ciertas libertades”, llegando al abuso, donde se usa con regularidad la sustancia, aumentando progresivamente su consumo, cuando se crea una dependencia fisiológica hacia la sustancia se le llama drogadicto.
Por estas y muchas otras razones, la drogadicción es un problema social, que afecta la vida del consumidor y de las personas que están a su alrededor, dejando lesiones y provocando conflictos a nivel individual y social, ya que estas sustancias traen consecuencias psicológicas y físicas.
El drogadicto tiene un comportamiento que presenta: agresividad, ansiedad, confusión, depresión, falta de interés por comer, por el sexo y por otras actividades, sensación de estar vigilado y conductas delictivas; inestabilidad emocional y afectiva, reacciones de violencia, inicio de episodios psicóticos y sensación de que sin el consumo de drogas, no es posible divertirse o conocer a otros. Perdida de la motivación, la memoria y la atención, cambios drásticos en el estado de ánimo.
La salud de un drogadicto se deteriora, empieza a tener aumento de la temperatura, dificultad para respirar, infecciones en la piel, congestión nasal, dolor abdominal, convulsiones, mareo, vomito y paro cardiaco; temblores incontrolables, deshidratación, asma, bronquitis, conductas de automutilación. En exceso puede causar la muerte por sobre dosis o repentina.
Finalmente, para luchar contra las drogas, se han creado organismos y centros de asistencia a drogodependientes, formados por profesionales preparados para informar, orientar y apoyar a aquellas personas que por una u otra razón, necesitan estas sustancias. Aunque la mejor forma de prevenir la drogadicción es evitar el consumo de drogas o controlar a tiempo el problema.
XIUMARY BETANCUR VELASQUEZ

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